viernes, 3 de diciembre de 2010

Capitulo 5-.


Capitulo 5-

Y pasaran los años y siempre estarás buscando
un plan para que se hagan realidad los sueños
que soñábamos antes de ayer al dormir
hablando del tiempo que nos quedara por vivir.
Y sin hablar. Solo al mirar sabremos llegar a entender
que jamás ni nada ni nadie en la vida nos separa.
LODV.

Inglaterra, Diciembre 1927.

-Un poco más a la derecha- dijo Vivian a Beth, estaban a punto de decorar el árbol de navidad, solo faltaba colocar la estrella en la punta de este.
-Esta listo, ¿verdad tía?-.
   Ella solo asintió y abrió los brazos para recibir a la pequeña niña, demostrándole cuanto cariño le había tomado. Esta sería la primera navidad que pasaría con ella, en su nuevo hogar, y quería que la recordara de una buena manera. Le había pedido que le ayudara a decorar la casa, dándole su toque especial a la fecha.
-¿Puedo ir al parque? Joe me ha dicho que me enseñara a hacer un muñeco de nieve- preguntó inocentemente la niña.
-Por supuesto que sí, pero recuerda llegar temprano y ponerte tu abrigo.-
-Claro.-
   Beth se abrigo bien, poniéndose sus guantes y su bufanda, por supuesto la chaqueta que había preparado su tía, y se dirigió a donde vería a su amigo. Mientras caminaba, iba cantando una melodía muy navideña, le recordaba un poco a su madre, ya que se la cantaba a la llegada de estas vísperas, cuando era todavía más pequeña, pero ahora se abría un nuevo capítulo en su vida, y disfrutaría todo los momentos que pasara con Vivian, su nueva familia.
-Hey, ¡hola Joe!- saludo abiertamente, asustando un poco a su amigo.
-Hola Beth.-
-¿Qué hacías?
-Pues…ven, te mostrare algo-La jalo de la mano, llevándola hacia otro el otro lado del parque.-Estaba empezando un muñeco de nieve, pero creo que necesitare un poco de ayuda.-
-Yo puedo hacerlo.-sugirió felizmente.
-Bueno, entonces hay que terminarlo-.
   Ya hacía tiempo que los dos se habían hecho grandes compañeros, desde la llegada de Beth a la vida del niño, casi no se habían separado, a menos que el clima estuviera realmente mal, se veían todos los días, Se habían hecho muy unidos.
-¿Qué harás esta noche?, mi tía dijo que cocinaría un rico pavo, y que después abriríamos los regalos. -comentó Beth mientras terminaban el muñeco, poniéndole casi los últimos toques.
-No creo que haga nada en especial, en mi casa no se acostumbra a celebrar la navidad.-Contestó el pequeño torciendo su rostro en una mueca.-La señora Johnson  me contó que antes que yo naciera, mi madre cocinaba una deliciosa cena y reunía a todos los vecinos, no puedo imaginarme a mi padre feliz de estar rodeado de gente.-
   Beth pudo notar un ligero tono de tristeza en su voz así trató de buscar una forma para que no se sintiera así, le gustaba verlo contentó.
-Tengo una idea, que tal si pasas esta navidad con nosotras, no creo que a mi tía le moleste, además nos harías un poco de compañía.- dijo entusiasta la niñita.
-Eso sería genial-le sonrió tímidamente-Bueno creo que ya lo hemos terminado.-
….
    El reloj ya apuntaba las 9 de la noche, era la hora que los 2 pequeños habían acordado para verse, se reunirían en la casa de Beth y ahí pasarían una noche mágica, llena del calor del hogar.
-Luces como toda una princesa con ese vestido Beth.- comento Vivian, satisfecha de sí misma, había enfundado a la pequeña con un hermoso vestido rosa, decorado con pequeñas flores debajo de este y un gran moño negro en la cintura, agregándole lo tierna que se veía con los graciosos rizos adornándole la cabeza, atados con un listón del mismo color del vestido.
-Gracias- dijo con las mejillas ruborizadas.
De pronto se escuchó como golpeaban la puerta, ese era Joe.
-¡Yo abro!- corrió hacia la entrada apresurándose a abrir la puerta.- ¡Hola de nuevo Joseph!-. Exclamó dulcemente Beth, recibiendo a su invitado con una gran sonrisa iluminándole el rostro.
-Hola- le contestó de igual manera con una sonrisa, pero no tan grande como la de la pequeña.
-Pasa hijo, te estábamos esperando-
-Gracias.-
    La cena había trascurrido de maravilla, estuvieron alegremente conversando mientras que a Beth se
le salía uno que otro comentario fuera de lugar, llenando de carcajadas la conversación. Pronto
sonarían las campanas indicando la llegada de la media noche. Era hora de abrir los regalos.
-Creo que deberíamos pasar al árbol niños.- menciono la tía de Beth.
-¡Si, si, vamos!-
    Pronto se encontraban al pie del pino, sentados en cunclillas esperando que el primero abriera su
obsequio.
La primera había sido Beth, ya que era la más ansiosa.
-Wow, los dos son bellísimos.-dijo sorprendida, con los ojos completamente abiertos, admirando lo
que le habían entregado, la bufanda que le había regalado Vivian era muy bonita, pero le había
maravillado la pulsera que le había regalado su invitado.
-Era de mi madre.- Dijo él a la niña.- Qué bueno que te allá gustado.- rió un poco y miro a su tía.
-Es tu turno Joe.- alentó Vivian al pequeño, entregándole dos pequeños paquetes.
-Claro.- Empezó por abrir el que decía “De Vivian para Joe”.-Es un maravilloso suéter,
gracias.-
    Dejó a un lado la prenda, no despreciándolo, sino para abrir el otro obsequio. “De Beth para
Joe”, no cabía duda que estaba aprendiendo a escribir, pensó, lo abrió cuidadosamente,
encontrándose con un portarretratos, y con él un dibujo donde se suponía que estaban Joe y la
pequeña Beth jugando. El niño no pudo contener su felicidad y se dibujo una sonrisa en sus labios,
desde ese momento estaba seguro que había encontrado una inigualable amiga.
-¿Te gustó?, lo hice yo misma.-
-Por supuesto, muchas gracias Beth.-


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